¿Cuál es la forma adecuada de alimentar a mi mascota? Esta pregunta generalmente tiene dos respuestas.

Por un lado, la alimentación puede depender de la edad. De cachorros, la recomendación es dar de comer a tu peludo de tres a cuatro veces al día. Mientras que, en la edad más adulta, esta ingesta baja hasta una o dos veces al día.

Y, por otro lado, también depende de la cantidad de ejercicio diario que necesiten. Esto está relacionado con la cantidad de calorías. Cuanta más actividad física realice tu mascota, mayor tendrá que ser la ingesta de proteínas.

Cabe mencionar también que, aunque nuestra mascota sea un integrante más de la familia, no debemos caer en la tentación de darles comida de la dieta humana ya que puede ocasionarles graves problemas estomacales como diarreas, vómitos o, en casos extremos, la muerte.

Lo mejor que puedes hacer para evitar patalogías es consultar con tu veterinario de confianza el pienso que mejor se adapte a las necesidades de tu mascota.

En cuanto a la higiene de nuestras mascotas, lo ideal es cepillarlos a diario. Con ello conseguimos eliminar el pelo muerto y la suciedad. La elección de un buen cepillo es fundamental para evitar irritaciones y tirones.

Respecto al baño, no es imprescindible lavarlos cada semana. Se recomienda hacerlo una o dos veces al mes. Cuando llegue la hora del baño, lee atentamente las instrucciones del champú ya que, como nos pasa a la personas, puede que no sea el ideal. Los síntomas más comunes son irritabilidad, ojos llorosos o caída del pelo. Existen jabones antialergicos que ayudan a evitar este tipo de problemas.

¡De paseo! Es importante establecer una rutina. Si hablamos de perros, sácale de paseo frecuentemente para que haga sus necesidades. Cuando los veas nerviosos cerca de la puerta, puede ser signo de que necesite salir a la calle.

En caso de los gatos, tienen su propia caja de arena la cual es importante cambiar regularmente.

Las mascotas también pueden enfermar. Ante eso lo mejor es prevenir, ya que así disminuirá la probabilidad de que sufran alguna infección o enfermedad.

Para ello, lleva al día las revisiones con el veterinario, no te saltes ninguna vacuna y anima a tu peludo a hacer ejercicio mediante juegos y paseos.

En las estaciones de mayor temperatura, no olvides aplicar sistemas contra parásitos como, por ejemplo collares anti pulgas o pipetas.

¡Más vale prevenir que curar!